... que apuñalan por la espalda.
I fidatzen.
Confío en que la vida une a las personas por medios que no siempre vemos, por muchos caminos que puedan existir hacia la felicidad, el sentimiento final es el mismo.
Por ejemplo, pueden existir muchos caminos para llegar a la cumbre de una montaña, pero una vez que llegamos ahí estamos en un mismo nivel, en un mismo lugar.
Podríamos hacer la prueba de juntar a Jesús El Nazareno y a Buda en una pieza a discutir sobre la felicidad y probablemente nos encontraremos con un silencio sepulcral, porque no hay nada que discutir, la felicidad es una y nos hace encontrarnos entre nosotros.
No voy al tema de los caminos a seguir, sino que quiero tener claro que existe un estado más pleno y que nos hace más iguales cada vez que damos un paso.
Es una suerte de esperanza para decir que si hacemos todo bien, sin sucumbir ante la enajenación del sistema, si elegimos ser felices, no sólo no estaremos solos, sino que estaremos juntos.
Juego de palabras
Así habló
Tu subconsciente
Justo a las
3:15:00
¿Guiarse por lo menos injusto es lo mismo que guiarse por lo más justo?
Una araña en la bañera
Así habló
Tu subconsciente
Justo a las
4:14:00
Vuelves a caer, nuevamente sin fuerzas, y te vuelven a dejar. Haces el intento de levantarte, y te golpean en la guata con palos de indiferencia y clavos de traición.
Pensando en el sentido de la vida, mirando las interminables olas que rompen en la arena, escuchando como alguien se duchaba y cantaba con su amiga, imaginando lo que encontraría al regresar, llegué a un punto en que no estoy seguro cómo salir.
Diferencié dos sentidos fundamentales de la vida, en primer lugar y hablando de una forma más global o general encontré a la muerte. Lo primero que uno piensa cuando habla de la muerte es que hay un montón de huesos con una capucha negra y una guadaña siempre preparada para llevarte cuando salga tu nombre en su lista. Sin embargo, la muerte es algo que está dentro de nosotros, no es tan lejano, si alguien se pone a pensar acerca de la vida se dará cuenta muy pronto de que es un estado muy frágil.
¿Por qué el sentido primero de la vida es la muerte?
Bueno, porque es hacia ese estado al que vamos, todo nuestro actuar está dedicado a cuando ya no estemos, la necesidad de trascendencia y la herencia.
Encontré también otro sentido, uno más inmediato, el que nos responde a la pregunta: "¿Para qué me levanto cada día?". Este sentido particular, o de segundo orden, hace funcionar la psiquis de tal manera que tengamos un objetivo próximo y por este hagamos planes día a día y mantenemos nuestro tiempo dedicado a eso y nos sintamos útiles y tengamos nuestras emociones activas.
Pueden existir más sentidos particulares y hasta más de uno al mismo tiempo, creo yo, pero la suma de estos sentidos nos vuelven a llevar al primer sentido de la vida que es la muerte.
Para facilitar la comunicación, imaginense una ciudad y dos puntos en los extremos, el camino que tomen hacia el punto final será la suma de muchas calles que tomaron para llegar a este y cada una de esas calles será un sentido particular de la vida.
Lo degenerado de mi pensamiento, es que no estaba precisamente pensando en el sentido de la vida, sino que trataba de encontrar mi propio sentido particular en este momento y me di cuenta de que estoy irremediablemente perdido en un "sin sentido" o para hacerlo sonar posible, estoy inmerso en un sentido imaginario de la vida, esperando que ocurran cosas que probablemente nunca pasarán, imaginando que me volverán a aceptar o que alguna vez volveré a tener estabilidad de amistades.
¿Qué queda ahora?
Volver a empezar, enamorarme de un nuevo sentido teniendo mucho cuidado en que este si sea real, que me haga levantarme en la mañana y me invite a pensar que cada latido del corazón es un milagro que hay que aprovechar, que me invite a pensar que estaba equivocado cuando me decía que sentir su respiración tranquila y estable era lo único que necesitaba para sentirme tranquilo.
Si de algo estoy muy seguro es que quiero tener el camino más enredado posible, quiero dejar aquí en la vida toda mi energía, y como ya he dicho antes, quiero que cuando sea la hora de morirme vea hacia atrás y vea mi ser destruido por la pena, construido por la alegría, afirmado con el amor, y asesinado por la pasión. Quiero vivir, no sobrevivir.
Y si alguien tiene algún plan para vivir el "Carpe Diem" y quiera realizarlo conmigo, tiene toda mi disposición y sólo tiene que escribirme o llamarme, o simplemente avisarme.
Pensando en el sentido de la vida, mirando las interminables olas que rompen en la arena, escuchando como alguien se duchaba y cantaba con su amiga, imaginando lo que encontraría al regresar, llegué a un punto en que no estoy seguro cómo salir.
Diferencié dos sentidos fundamentales de la vida, en primer lugar y hablando de una forma más global o general encontré a la muerte. Lo primero que uno piensa cuando habla de la muerte es que hay un montón de huesos con una capucha negra y una guadaña siempre preparada para llevarte cuando salga tu nombre en su lista. Sin embargo, la muerte es algo que está dentro de nosotros, no es tan lejano, si alguien se pone a pensar acerca de la vida se dará cuenta muy pronto de que es un estado muy frágil.
¿Por qué el sentido primero de la vida es la muerte?
Bueno, porque es hacia ese estado al que vamos, todo nuestro actuar está dedicado a cuando ya no estemos, la necesidad de trascendencia y la herencia.
Encontré también otro sentido, uno más inmediato, el que nos responde a la pregunta: "¿Para qué me levanto cada día?". Este sentido particular, o de segundo orden, hace funcionar la psiquis de tal manera que tengamos un objetivo próximo y por este hagamos planes día a día y mantenemos nuestro tiempo dedicado a eso y nos sintamos útiles y tengamos nuestras emociones activas.
Pueden existir más sentidos particulares y hasta más de uno al mismo tiempo, creo yo, pero la suma de estos sentidos nos vuelven a llevar al primer sentido de la vida que es la muerte.
Para facilitar la comunicación, imaginense una ciudad y dos puntos en los extremos, el camino que tomen hacia el punto final será la suma de muchas calles que tomaron para llegar a este y cada una de esas calles será un sentido particular de la vida.
Lo degenerado de mi pensamiento, es que no estaba precisamente pensando en el sentido de la vida, sino que trataba de encontrar mi propio sentido particular en este momento y me di cuenta de que estoy irremediablemente perdido en un "sin sentido" o para hacerlo sonar posible, estoy inmerso en un sentido imaginario de la vida, esperando que ocurran cosas que probablemente nunca pasarán, imaginando que me volverán a aceptar o que alguna vez volveré a tener estabilidad de amistades.
¿Qué queda ahora?
Volver a empezar, enamorarme de un nuevo sentido teniendo mucho cuidado en que este si sea real, que me haga levantarme en la mañana y me invite a pensar que cada latido del corazón es un milagro que hay que aprovechar, que me invite a pensar que estaba equivocado cuando me decía que sentir su respiración tranquila y estable era lo único que necesitaba para sentirme tranquilo.
Si de algo estoy muy seguro es que quiero tener el camino más enredado posible, quiero dejar aquí en la vida toda mi energía, y como ya he dicho antes, quiero que cuando sea la hora de morirme vea hacia atrás y vea mi ser destruido por la pena, construido por la alegría, afirmado con el amor, y asesinado por la pasión. Quiero vivir, no sobrevivir.
Y si alguien tiene algún plan para vivir el "Carpe Diem" y quiera realizarlo conmigo, tiene toda mi disposición y sólo tiene que escribirme o llamarme, o simplemente avisarme.
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