Un día me di cuenta de que todos los días eran iguales...
¿Cómo me di cuenta?
Pasé un día en la luna y me di cuenta de que los días ahí son con menos gritos, menos violencia, más opinión, con sentimientos fraternos.
¿Será porque no hay nadie?
Quizás, aunque no me interesa, mientras pueda ir y quedarme algunos días sin tener que dar explicaciones no tendré que preocuparme.
Soñaré... con un día sin peleas, con un día sin dolores, con un día agradable, que uno llegue a casa y se sienta en su hogar.
Luego vendré y seré uno más, una hormiga más en el hormiguero, y mis sueños habrán sido tan inutiles como el hecho de haberme quedado soñando y no actuando cuando debía.