No sabía qué decirle, hasta que se me ocurrió que lo más fácil era la verdad: "Para mí pesaba menos que un paquete de cabritas".

Hasta el fin

Recuerdo esa noche todos los días, con una pena que me tiene con la sensación de nunca poder superarlo. Fue una noche de una temperatura muy agradable, mi familia había estado discutiendo por largo rato hasta que la casa se calmó y yo pude conciliar el sueño. Mi madre dormía y mi hermano estaba a su lado, yo estaba agradecido por tener una familia, que si bien tiene problemas como todas las familias, es una familia unida y agradable. Pensaba en todos aquellos que no tenían la oportunidad de crecer junto a alguien que te entregara ese amor que sólo la familia puede darte.
Mientras yo trataba de dormir, mi padre fue a buscarme, me dijo que saldríamos a pasear, que necesitaba hablar conmigo. Subimos al auto y fuimos a pasear cerca del lago, ahí donde hay un bosque muy lindo donde siempre íbamos a jugar cuando él tenía la tarde libre. Era un poco lejos.
Mientras íbamos en el auto mi padre iba muy callado, escuchaba música y de vez en cuando me preguntaba si yo estaba bien. Yo no respondía, tenía mucho sueño e iba mirando por la ventana ese mundo infinito de aventuras.
Me percaté que habíamos pasado la entrada del bosque, en efecto, mi padre había descubierto otra entrada secreta y quería mostrármela. Cuando entramos sentí un poco de miedo, porque había muchos árboles grandes que no dejaban ver nada, pensé que de la nada podría salir algún animal que nos quisiera comer.
Cuando llegamos nos sentamos a la orilla del lago y mi padre comenzó a llorar, yo trataba de saber que sucedía, pero él intentaba alejarme cuando lo abrazaba. Me dijo que me amaba, que lo mejor era dejarlo todo atrás y seguir con nuestras vidas, yo le pregunté si habíamos abandonado a mamá, porque yo no quería eso, ni siquiera había traído mi mantita de seguridad, que me protege cuando no está ella.
Me dijo que fuera a buscar leña, para hacer una fogata. Yo pensé que la temperatura estaba muy agradable como para hacerla, pero partí a buscar la leña, porque de todas formas me gustaba mirar el fuego.
Fue difícil encontrar leña suficiente entre tanta oscuridad, pero ahí llegué con lo suficiente para hacerla rendir un rato. Mi padre siempre encendía la fogata, yo nunca aprendí muy bien como hacerlo, no soy muy hábil con los temas de hombres.
Dejé la leña en el suelo, pero cuando levanté la vista no había nadie, llamé a mi padre sin obtener respuesta y salí a buscarlo, con mucho miedo. De pronto sentí el motor del auto y corrí hasta que lo encontré, pero se alejaba a toda velocidad. Mi padre me debía estar buscando desesperadamente, pensé, así que grité con todas mis fuerzas para que se detuviera, pero al parece no me escuchó.
Intenté seguir las luces por un rato, hasta que ya no las pude ver por la distancia, no sabía dónde estaba y sentía mucha pena porque mi padre iba a estar desesperado buscándome y mi madre se iba a poner muy triste.
Bueno, ha pasado un tiempo desde eso, pero nunca he perdido la esperanza de encontrarlo, por eso cada vez que veo pasar un auto siento mucha alegría y corro a su lado, porque siempre podría ser mi padre que ha vuelto para encontrarme.

Para no volver

Se quejaba y se quejaba. A veces terminaba quejándose por lo cansado que estaba de quejarse. Era tanto lo que se quejaba, que de vez en cuando tomaba un descanso para despejarse. Luego se quejaba porque no tenía tiempo para hacer lo que tenía que hacer porque había tomado ese descanso de tanto quejarse.
Un día simplemente pasó la vida y todos recuerdan que él quiso hacer muchas cosas, pero de todas las cosas que pudo hacer se quejaba y nunca las hizo... por estar quejándose.

Simple Paranoia (Editado)

Varias veces me he visto en la situación de ir atrasado a algún lado, como todo el mundo me he puesto a pensar si el transporte público irá más lento a propósito o si es mera coincidencia o si en realidad es un pensamiento paranoico propio del estrés de ir tarde.
Por eso cuando me echaron del trabajo por llegar tarde por tercera vez decidí convertirme en conductor del Metro, para ir más lento si llego a ver a una persona apurada.

La pareja de Guillermo

Javier siempre ha sido de luchar por lo que le gusta, siempre quiso surgir en el sistema y tener hartas comodidades, lujos, pequeñas cosas que hicieran su vida más amable.
Tuvo escasos estudios, pero bastó con su talento para comenzar a tener buenas ideas y buenos contactos. Se hizo de un pequeño capital trabajando en el negocio de su padre y luego se independizó, comenzó muy tranquilo, pero seguro.
Él nunca tuvo ningún dilema con el tema de lucrar, de echo, el estaba convencido de que el lucro es lo que hacía surgir a las personas y él tenía el polémico plan de lucrar con lo que más pudiera, porque le gustaba el dinero y le gustaban los negocios.
Su ímpetu y sus ganas de tener éxito en la vida lo han llevado a una situación que muchos envidiarían, ya que actualmente lucra con la salud, la educación, industrias, limpieza e higiene, sistemas de guardias, deportes, restaurantes, lucra también con los bebés, con los abuelitos, ¡hasta con las nanas!
Es tal cantidad de lucro en una sola persona que se duda de su buena reputación, sin embargo Javier nunca ha molestado a nadie y siempre ha hecho bien las cosas. Por eso es el mejor de los sastres de Santiago.
"Toda la materia es meramente energía condensada a una vibración lenta, todos somos una conciencia experimentandose a si misma subjetivamente, no hay tal cosa como la muerte, la vida es solo un sueño, y nosotros somos la imaginación de nosotros mismos".

¿Serán blanditas las nubes?

Fui "embolsador" en un supermercado por dos años, iba tres veces por semana y ganaba buen dinero. Mis compañeros eran muy agradables, tranquilos, buenos para hacerse bromas, no era un trabajo al que se iba a estar callado y serio. Las cajeras eran un poco reticentes a la idea de conversar durante el horario de trabajo, pero con el tiempo se fueron acostumbrando a tener un joven con quien conversar durante el turno y comentar algunas situaciones. Los clientes de ese supermercado eran muy amables, la mayoría era gente de medianos o bajos recursos, conversadores, tranquilos, comprensivos si te tenían que esperar a que terminara mi trabajo. De vez en cuando, me tocaba ver algún operativo de los guardias de seguridad para retener a alguna persona que quería robar, algunos de esos operativos eran entretenidos de ver, aunque no creo que haya sido entretenido para los guardias que terminaban sangrando o esquivando balas.
Cuando tenía dos semanas de trabajo cumplidas, comencé a percatarme que había un caballero que siempre iba a la hora de almuerzo a comprar algún alimento preparado y listo para comerse. Era un señor vestido con ropa muy vieja, pero limpia, con una barba de tres días y con pelo bastante largo.
Todos los días llevaba su comida y una pequeña flor, pagaba con muchísimas monedas y la cajera me miraba y me transmitía un sentimiento asesino hacia el hombre por hacerla contar todas esas monedas sucias y frías. Todos y cada uno de los días, este hombre iba con sus muchas monedas y compraba su comida y su flor.
Una vez saliendo del trabajo me percaté que alguien estiraba la mano para pedirme una moneda, cuando me detuve para entregársela vi que era el mismo caballero, sobre un colchón de cartones y con muchas frazadas viejas encima, porque hacía mucho, mucho, mucho frío. Le entregué unas monedas y del alma me salió el instinto de preguntarle porqué gastaba el poco dinero que tenía en comprar una flor todos los días. Él me contestó con una sonrisa tímida que las monedas que alcanzaba a recolectar en un día le alcanzaba para un pequeño almuerzo y para una pequeña cena, ambos platos preparados del supermercado, calientes, con sabor ligero a comida de verdad. Pero que su vida en la calle le había echo darse cuenta cómo la gente pasaba frente a él con una cara de estrés, apurados, enajenados en su música. Sentía que la gente había olvidado su naturaleza de ser personas para entrar en un sistema que los hace ser maquinas funcionales. Eso me dijo por ver cómo los uniformes los hacían parecer a todos iguales. Me dijo, también, que en sus 7 años viviendo en la calle había aprendido el valor de lo vivo, en una ciudad llena de cemento, invadida por grandes rascacielos, agujereada por gusanos de metal, con olor a gases lacrimógenos, con luces amarillentas que no dejan ver la realidad gris y oscura. Me contó que había tomado la decisión de respetarse y sacrificar la cena por tener todos los días una flor junto a él, flor que no resistía el frío de la noche y en la mañana estaba marchita, por eso todos los días compraba su flor favorita, ya que puede que él sea un vagabundo, pero no tiene porqué vivir en la suciedad, decidió sacrificar un poco de vida por no vivir en la miseria.

Vacío Existencial

Al principio no era un grupo tan grande, pero con los años se fueron uniendo más y más personas. Tenían gustos muy diversos, intereses muchas veces opuestos, parecidos normales, era un grupo que no tenía explicación de ser en sí mismo, sino que encontraba su explicación en cuanto a lo que hacía.
Ellos caminaban, por toda la ciudad, caminaban. Todos muy juntos, casi de las manos, caminaban por los lugares más impensables de toda la ciudad. Muchas veces eran molestos, porque eran tantos que todos los lugares a los que iban colapsaban: las plazas y los parques, los centros comerciales, las iglesias, las calles. Nadie se dio cuenta cómo fue que llegaron, para muchos siempre estuvieron ahí, para otros fue muy repentino, lo único cierto es que estaban ahí para quedarse, en ningún lugar y en todos a la vez.
Una vez me atreví a preguntarle a uno de ellos cuál era el objetivo de caminar todos juntos en silencio, como aletargados, sin rumbo. Me respondió que si tenían un rumbo, definido por la búsqueda de un lugar que había sido prometido para ellos. De inmediato pensé que eran una horda de judíos locos buscando su pequeña tierra prometida local para estar tranquilos, pero luego mi informante continuó diciendo que no era nada religioso, no era una tierra sagrada, era simplemente la tierra de la felicidad. La tierra donde por fin alguien podría caminar, estirar los brazos y no chocar con nadie. Creían que tanto atochamiento de personas que se vivía en una ciudad no era un estado natural del ser humano, era una forma de vivir muy contra natura y totalmente esclavizante, todos los caminantes habían decidido salir a buscar ese lugar dentro de la ciudad que los hiciera sentirse en armonía con su espacio personal, donde no tuvieran que pedir permiso para poder salir de algún lugar, o donde pudieran sentarse tranquilamente sin tener que fijarse si hay alguna anciana queriendo ocupar el puesto. En fin, lo que ellos buscaban era un lugar con un poco más de espacio, casi vacío, para respirar autónomos y libres, el único problema es que no se habían dado cuenta de que sea cual fuere el lugar donde caminaran, ellos lo llenarían.

Ambivalencia

Arauco tiene una pena...
Son recuerdos que atormentan y hacen caer en la cuenta lo mucho que se puede odiar, amar y lastimar. Odio escribir desde la rabia y la pena, pero si no saco de mi estos sentimientos, si no los verbalizo, puede ser mortal.
De todas formas nunca estuve completamente solo, alguna que otra persona pasó al lado mio acompañandome por un rato, jamás podré agradecerles enteramente que me hayan echo sentir necesitado y querido.

En fin, a lo que vinimos.
Quiero ir a una ciudad muy linda, pero que últimamente me ha echo sentir reemplazado, sin ir más lejos, quiero ver la puta ciudad echa llamas, para que no pueda hacerle sentir lo que a mi a nadie más.
Es preciosa, con mucha historia, con mucho misterio, con mucha gente increíble, creo yo que es una ciudad en la que me gustaría mucho vivir. Pero si la piso, moriré, porque recordaré toda la mierda que me hace sentir tan solo escuchar su nombre. Es la ciudad más linda, porque ha ocupado su relieve para hacerse resaltar, pero si llego a saber una vez más de ella, me he jurado partir y hacerla volar por los aires, para luego secarme en la carcel como el cerdo que soy.
Es la ciudad que me enamoró, la ciudad en la que me enamoré, la ciudad en la que se enamoró, la ciudad que si vuelvo a ver juro por mis hijos que con mis propias manos la dejo en el suelo.
Y me recago en toda mi maldita descendencia.

Inevitable

En todos mis años de docencia nunca me puse a pensar en la razón de que no pudiera pasar toda la materia que tenía planeada en una sola clase, tampoco me puse a pensar por qué los alumnos que se sentaban atrás siempre se dormían.
Un día decidí planear una clase tomando en cuenta el volumen de mi voz y la materia que alcanzaría a pasar. En el fondo de una sala desocupada puse una grabadora, para ver si el volumen de mi voz era el problema de que los alumnos de atrás se durmieran, también puse un cronómetro para ver cuánta materia podría pasar en un bloque común. Cuando sonó la alarma del cronometro me detuve y paré la grabación, me senté en una de las sillas y me puse a escuchar lo que había dicho y a revisar si el volumen estaba bien...
Y me dormí.

Piensa positivo

Ayer fue mi cumpleaños, todos los años mi familia me sorprende con mis amigos, esperaba una gran sorpresa esta vez por ser mis veinte años, después de clases fui a casa. No había nadie... ¡Vaya sorpresa!

M A L E N T E N D I D O

Llegué con una hora de anticipación al teatro esa noche, el lugar era muy grande y me encontré solo con el hombre de la boletería. Hacía frío. Compré una entrada para mi y nada más, porque esa noche era para mi. Fui a sentarme a unas banquetas que estaban cerca de ahí y comencé a enrolar un poco de tabaco para calentarme un poco, cuando ya había terminado de hacerlo me fijé que mis fósforos estaban mojados, quizás fue ese regador que estaba malo y me mojó. Nunca me importó mucho mojarme, me seco rápido y un poco de agua despierta del sueño eterno de vivir. En fin, tuve que buscar a algún ser humano que estuviera cerca para que me prestara algo con que encender mi cigarrito, resultó que en el pequeño momento en que enrolaba se había formado una fila de diez personas en la boletería, ninguno tenía con qué hacer fuego y fue así como llegué nuevamente hasta el hombre que vendía los boletos, me dijo que tenía un encendedor y me lo prestó para encender mi cigarro. En ese mismo instante los compradores miraban la escena y vieron atentamente, junto con el hombre de la boletería, como yo encendía mi cigarro. Miraron con extrañeza, pues el cigarro no se veía como los que usualmente ven y consumen, después me enteraría de que pensaron que era un pequeño cilindro de marihuana.
Habiéndome calentado muy a gusto, entré a la sala de espera del teatro y me senté. Mucha gente me miraba como si esperara algo de mi, algún gesto o saludo. Luego de muchos saludos y gestos decidí ir al baño para no estar incomodo durante la función, cuando regresé me percaté de que el público estaba entrando a la sala y me aproximé a la entrada para sentarme a esperar el tan ansiado comienzo.
En el tercer monologo sentí que el actor se desviaba un poco de su linea y me miraba fijamente, pidió que encendieran las luces y me preguntó si me sentía bien. Yo le contesté tímidamente que estaba perfectamente, no entendía porqué me hacían la pregunta. Una señora desde el fondo de la sala gritó que me habían visto fumando drogas en frente de todos y que merecía una lección, mis vecinos de asiento se apresuraron a reducirme y me llevaron hasta el escenario, allí me preguntaron qué había fumado y me tironeaban buscando más drogas, vaciaron mi mochila en el suelo y revisaron cada una de las cosas.
Ahí fue cuando entendí que habían tomado por drogas el tabaco que había enrolado, cuando patearon y rompieron mi bolsa de tabaco importado que me había traído mi amigo Luciano de Guatemala.
Cuando se dieron cuenta de su error, me dieron mi polera y me dejaron ir, recogí un poco de mi tabaco y mis papelillos, esperé parado en la salida que saliera hasta el último, fumando un gran cigarro y echando el humo en sus prepotentes y desinteresadas caras.

Elegí vivir... ? (Primer borrador)

El calor siempre me ha puesto de mal humor, sudar por todos lados sin poder controlar verte como un mexicano cruzando la frontera cuando realmente estás en una sala de computadores.
"Quiero irme"- pensé, y me dispuse a ponerme de pie para ir a hacer nada en un lugar más fresco. Antes de lograrlo pensé que en ese otro lugar estaría solo y aburrido, en vez de acompañado y sintiéndome inútil... la balanza se inclinó hacia quedarme ahí.
Esto me motivó a pensar en qué quería hacer, qué haría más tarde, qué iba a almorzar.
Como soy un tipo muy latero, entré a pensar en qué determina lo que yo quiera hacer. Primero se me ocurrió que las necesidades determinan la voluntad, pero luego pensé que si uno necesita algo, es porque no puede vivir tranquilo sin esa cosa o simplemente no puede vivir sin eso. Y ya no sería voluntad, sino que una obligación para poder estar tranquilo.

¿Donde está la voluntad en la vida?
Porque siento que hay algo que está determinando nuestra voluntad, nuestro libre albedrío. No sé muy bien todavía qué es, pero si es que ese algo existe, lo que llamamos voluntad no sería tal, y lo que llamamos libre albedrío tendría menos razón de ser aún.
¿Qué tan libre es algo que está determinado por algo?
Quizás no deje de ser libre en su totalidad, como en la democracia chilena por ejemplo, que podemos elegir qué hijo de puta nos va a dominar y nos va a representar ante las demás naciones, pero tenemos que elegirlo de un cierto grupo de pelmazos que fueron elegidos entre cuatro paredes. Es decir, tenemos la oportunidad ilusoria de elegir.
Yo creo que pasa lo mismo con la voluntad, el sistema crea ilusiones para que creamos que nuestra voluntad natural sea estudiar, trabajar, tener hijos, coger, y ver los deportes el fin de semana. Pero no es así, definimos nuestras voluntades en cuanto a qué es lo que nos exige el sistema, la sociedad, y personalmente creo que eso no es verdadera voluntad, así como la de Chile no es verdadera democracia.

(¿Se han fijado en esa gente que habla de la sociedad como si no perteneciera a ella?)

Alguien perfectamente me puede decir que no estás en la obligación de elegir a un candidato, puedes perfectamente no querer ninguno, pero ¿Qué pasa con la gente que está en contra del sistema y no quiere aceptarlo como suyo? Es constantemente violentada y acallada, porque la voluntad de la mayoría es que se haga la voluntad de la mayoría.
Pongámoslo así, un tipo te entrega la oportunidad de elegir entre el bien y el mal. Si eliges el bien, vivirás reprimiendo tus instintos y condenado por tus limitaciones, pero después de la muerte tendrás un eterno descanso y una gran tranquilidad. Si eliges el mal, en cambio, podrás vivir una vida llena de excesos y entregada a los placeres banales propios del mundo material, mas cuando mueras tendrás sufrimiento por todo el resto de la eternidad y serás castigado con angustia y desgarro del alma.
¿Qué quieres elegir? Eres libre de elegir la mierda que quieras, pero no te quejes después, porque fue tu voluntad.

Tristán ha muerto.

Tú me sacaste ese instinto paternal, en una forma muy básica, pero me bastó para llorar tu muerte y agradecer tu vida. Me acompañaste en momentos difíciles, me necesitaste cuando nadie más lo hacía, aprendiste a tocar batería y a escribir en el computador. Por ti me visto de luto, por ti me desperté cuando morí, por ti me agacho ahora para dejarte partir. Agonizaste sobre mi pecho, me mirabas con esa carita de no entender qué estaba pasando, acurrucandote en mi mano como si fuera tu casita, no pude dejar de llorar hasta que te vi descansar de ese miserable sufrimiento. Mi pieza no podría estar más vacía sin ti, yo no podría estar más solo sin ti. Contigo, mi pequeño, muere una parte de mi; contigo, mi secreto, muere una parte de mi.

Puro, sencillo y optimista.


Estuve pensando en el concepto de justicia, el cómo concebimos este tema, creo yo, define en muchos sentidos nuestro actuar cotidiano. También influye, por supuesto, en el tipo de sociedad que pensamos que sería la ideal, o nuestra posición hacia la violencia.
Supongamos que tenemos tres trabajadores y tres árboles, un trabajador planta dos árboles, el segundo planta uno y el tercero no planta ninguno. ¿Es justo que todos reciban el mismo pago? ¿Es eso lo que nos plantea el comunismo?
Yo creo que no es justo que los tres reciban el mismo pago, pero queda entonces el dilema de cómo sobrevive el trabajador que no plantó ningún árbol. Habrá que ver, también, cuál fue la razón que tuvo el tercer trabajador para no plantar nada, tenemos una infinidad de posibilidades, se me ocurre que estaba muy cansado, o pudo haber tenido un problema familiar, o pudo ser que el primer trabajador quiso ganar más y plantó más árboles que los encomendados para poder salir de vacaciones a un lugar bonito y relajado, y cuando llegó el tercer trabajador ya no habían más árboles para plantar.
De cualquier manera, el tercer trabajador necesita comer, necesita ir al médico, necesita educar a sus hijos. ¿Cómo vamos a solucionar entonces que no hayan árboles para plantar? Tenemos la opción de conseguir más árboles y dar más oportunidades de plantación, pero no sé si eso es lo mejor, ya que estaríamos aceptando que el primer trabajador gane más que todos y no deja la oportunidad de quien quiera plantar más árboles lo haga.
Creo yo que no es justo tampoco (volviendo al tema de justicia) que un trabajador no tenga árboles para plantar, y por ende no tenga para comer, y otro tenga mucho dinero por los árboles plantados y comience a abrirse puertas en otros rubros que lo ayuden a proteger lo que ya tiene y también para poder multiplicarlo rápidamente.
En el fondo, para combatir la extrema pobreza tendríamos primero que combatir la extrema riqueza, pues los recursos son limitados. El principio de que los recursos no sólo son limitados, sino también escasos, no lo inventé yo, es un principio de la economía que la hace existir, el problema principal de la economía es cómo distribuir los recursos escasos para la máxima satisfacción de las necesidades humanas. Siendo que la misma ciencia social lo reconoce, también debería reconocer que si una persona acumula más recursos existe alguien que los está perdiendo.
Estoy hablando de una manera muy básica, no estoy contemplando factores que son muy importantes en la economía, en la sociedad y en el derecho. No estoy hablando de clases, dominación, corruptibilidad, robos, sólo estoy haciendo un análisis desde muy el principio para dar cuenta que desde el primer momento la sociedad está mal pensada, el espíritu de la sociedad comenzó basándose en el individualismo y en la competencia, olvidando que el que estaba al lado es un ser humano, un compañero, un amigo.
¿Qué podemos hacer ahora entonces? Yo creo que tenemos dos opciones. La primera es comenzar a cultivar un nuevo espíritu fomentando la solidaridad con el que no tiene, garantizar derechos básicos como la salud o la alimentación, compartir con el pobre algo que para nosotros es cotidiano, pero para ellos es escaso.
La segunda, es trabajar desde las bases creando una nueva sociedad, aceptando de frente que estamos en una guerra, que ha comenzado el capitalismo y el dinero, aceptando que la violencia está muy presente en nuestra sociedad y la paz no es una opción mientras exista un tercer trabajador que no tiene dinero para comer, que no tiene agua para tomar.
Aceptar que estamos en guerra contra una sociedad egoísta, decadente, enferma, que con la imagen de un culo te venden yogur para adelgazar, rodeados de psicópatas que son capaces de destruir la patagonia por generar energía para sostener la fábrica de caca en las que nos tienen sumisos y obedientes, siempre protegidos por los perros verdes que si asaltan al dueño de la empresa corren a protegerlo, pero si en una villa o población hay una banda de asaltantes o narcotraficantes ellos necesitan un permiso de la fiscalía para poder entrar, cosa que sucederá de seis a ocho semanas sin contar feriados y fines de semana.
No necesitamos solidaridad, esa hipocresía que ocultan los que heredaron todo de su padre el primer trabajador, esa psicopatía que ocultan los ladrones que para quitarte tu dinero se sientan en una silla de cuero y juegan con tu dinero en tu cara y tu no puedes hacer nada.
"Compadecen al pobre de todo corazón, al desafortunado que no tuvo el contento, la gracia de haber visto la luz en su bastión, pero si algo amenaza su bienestar precario saltan del agujero para irse a pelear..." George Brassens.
Es complicado, sé que si lo es, quizás me desvié del tema inicial, pero está claro aquí en el final y allá en el principio que no hay justicia que no se gane, ni sociedad que esté conforme. Yo creo que tenemos que tener cuidado al momento de planear una sociedad justa y colectiva, pero es necesario dejar de planear y comenzar a luchar por una vida que sólo está aquí, no quedarse con la estúpida esperanza de que la próxima será mejor, porque así es como los ricos nos tienen sumisos y como ellos mismos exculpan sus pecados contra la sociedad a la que le están robando. No me malinterpreten, no todos los ricos roban, pero si todos tienen claro que mientras ellos ganan más hay otro que está ganando menos.
Violencia siento cuando una casa con nueve personas tiene que subsistir con el sueldo mínimo establecido por los que ganan ocho millones mensuales.
No me vengan con pacifismos ahora, mientras tú tengas agua caliente para bañarte todos los días y por otro lado exista gente que ni siquiera tiene ducha en su casa, no habrá paz.
"Si no hay pan para el pobre, no habrá paz para el rico".

Confesión: soy un desclasado, que anda en un cuatro por cuatro por la vida y tiene la posibilidad de tener Internet en su casa y un notebook para escribir en este blog. Soy un desclasado que confía en la revolución de las masas. Soy un desclasado que cree que la lucha callejera es presión real por ser un golpe a la propiedad privada. Soy un desclasado que tiene el descaro de hablar de justicia cuando su madre gana como un gerente, aunque se vaya todo en el cancer, no me atrevo a imaginar qué pasa cuando alguien de menos recursos tiene este tipo de enfermedad.
A pesar de ser un desclasado odiado por los ricos y por los pobres, siempre viviré tratando de colectivizar mis recursos, buscando justicia, no pienso dormir mientras haya alguien luchando en la calle.
No tengas miedo de apedrear a quien te oprime, porque si ellos tuvieran la oportunidad, te matarían después de torturarte.

¿Quién es el irracional?

"Si yo soy yo porque tú eres tú y tú eres tú porque yo soy yo,
entonces yo no soy yo y tú no eres tú.
Pero, si yo soy yo porque yo soy yo, y
tú eres tú, porque tú eres tú, entonces yo soy yo y tú eres tú."
 
 
Rabí Menajem M. De Kotzk

Todo va a estar bien... me vale.

Un alta estima al sufrimiento, es algo que no podría haber imaginado hasta hace unos días. Es raro, nunca lo había pensado, el sufrimiento nos hace crecer y nos hace vivir sacando nuestras fortalezas a flote, un escudo no vale nada colgando de una pared, pero si lo ves protegiendo a una persona se convierte en una virtud mucho más vistosa y más valiosa.
El problema es que no somos pacientes, queremos vivir bien todo el tiempo y cuando sufrimos lo que nos causa más angustia es saber cuándo estaremos bien de una vez por todas, más que el sufrimiento mismo.
Podrías comenzar por darle tiempo al sufrimiento, darle un espacio en tu vida que sea provechoso para aprender del mismo. El otro día escuché una idea muy interesante, con respecto a las películas y su eterno conflicto con ocultar el final de quién no ha visto el film.
Es idiota que la película se arruine por saber el final, sabiendo que durante toda la película suceden muchas cosas más, mil veces más constructivas para la película que el final, sucede la historia como tal, que es lo que fuimos a ver, sino sólo veríamos el final y podríamos decir nuestra opinión sobre la película.
Es lo mismo con el sufrimiento, el final es casi obvio "todo va a estar bien". Perdóname pero eso no es lo que me interesa, me interesa que mierda aprenderé sintiendo toda esta mierda y no viendo nada más que mierda en el día a día, pero eso tampoco lo vamos a tener claro hasta que vivamos realmente el proceso que estamos viviendo, la impaciencia queridos lectores, es nuestro peor enemigo, nos ciega y nos angustia apretándonos el pecho pensando en que todo tiempo pasado fue mejor...

Especial gracias a Nicolás Slachevsky (Tierra de Nadien) y al sujeto que estaba muy drogado para recordar su nombre.

Supplique pour etre enterre sur la plage de Sete, Georges Brassens.

"Pauvres rois pharaons, pauvre Napoléon, pauvres grands disparus gisant au Panthéon, pauvres cendres de conséquence, vous envierez un peu l'éternel estivant, qui fait du pédalo sur la plage en rêvant, qui passe sa mort en vacances".

"Pobres reyes faraones, pobre Napoleón pobres grandes desaparecidos que yacen en el Panteón, pobres cenizas de gente importante, vosotros envidiaréis un poco al eterno veraneante, que se pasea en hidropedales sobre la playa, soñando, y que pasa su muerte de vacaciones".

Black Bird

Te extraño.
Y yo que creía que me gustaban las sorpresas, parece que estoy desarrollando un odio bastante profundo hacia ellas, me estan alejando de todos. Peor que eso, me estan alejando de ti, siendo que no es culpa nuestra lo que nuestras mentes divaguen, pero si es nuestra responsabilidad hacernos cargo de la situación y ser valientes.
Habrás notado que te estoy dedicando estas líneas, porque no quiero arriesgarme a ser un directo mal en tu vida hablandole a tus ojos, no quiero verte sufrir por algo que no vale la pena, te lo dije muchas veces.
Suena raro, pero espero de todo corazón que me olvides y cuando me veas en la calle no me reconozcas, porque así sabré que estás bien.
Un abrazo y hasta siempre.

Sueños Maricones...

... que apuñalan por la espalda.

I fidatzen.
Confío en que la vida une a las personas por medios que no siempre vemos, por muchos caminos que puedan existir hacia la felicidad, el sentimiento final es el mismo.
Por ejemplo, pueden existir muchos caminos para llegar a la cumbre de una montaña, pero una vez que llegamos ahí estamos en un mismo nivel, en un mismo lugar.
Podríamos hacer la prueba de juntar a Jesús El Nazareno y a Buda en una pieza a discutir sobre la felicidad y  probablemente nos encontraremos con un silencio sepulcral, porque no hay nada que discutir, la felicidad es una y nos hace encontrarnos entre nosotros.
No voy al tema de los caminos a seguir, sino que quiero tener claro que existe un estado más pleno y que nos hace más iguales cada vez que damos un paso.
Es una suerte de esperanza para decir que si hacemos todo bien, sin sucumbir ante la enajenación del sistema, si elegimos ser felices, no sólo no estaremos solos, sino que estaremos juntos.

No podía dejarlo pasar

Juego de palabras

¿Guiarse por lo menos injusto es lo mismo que guiarse por lo más justo?

Una araña en la bañera

Vuelves a caer, nuevamente sin fuerzas, y te vuelven a dejar. Haces el intento de levantarte, y te golpean en la guata con palos de indiferencia y clavos de traición.

Pensando en el sentido de la vida, mirando las interminables olas que rompen en la arena, escuchando como alguien se duchaba y cantaba con su amiga, imaginando lo que encontraría al regresar, llegué a un punto en que no estoy seguro cómo salir.
Diferencié dos sentidos fundamentales de la vida, en primer lugar y hablando de una forma más global o general encontré a la muerte. Lo primero que uno piensa cuando habla de la muerte es que hay un montón de huesos con una capucha negra y una guadaña siempre preparada para llevarte cuando salga tu nombre en su lista. Sin embargo, la muerte es algo que está dentro de nosotros, no es tan lejano, si alguien se pone a pensar acerca de la vida se dará cuenta muy pronto de que es un estado muy frágil.
¿Por qué el sentido primero de la vida es la muerte?
Bueno, porque es hacia ese estado al que vamos, todo nuestro actuar está dedicado a cuando ya no estemos, la necesidad de trascendencia y la herencia.
Encontré también otro sentido, uno más inmediato, el que nos responde a la pregunta: "¿Para qué me levanto cada día?". Este sentido particular, o de segundo orden, hace funcionar la psiquis de tal manera que tengamos un objetivo próximo y por este hagamos planes día a día y mantenemos nuestro tiempo dedicado a eso y nos sintamos útiles y tengamos nuestras emociones activas.
Pueden existir más sentidos particulares y hasta más de uno al mismo tiempo, creo yo, pero la suma de estos sentidos nos vuelven a llevar al primer sentido de la vida que es la muerte.
Para facilitar la comunicación, imaginense una ciudad y dos puntos en los extremos, el camino que tomen hacia el punto final será la suma de muchas calles que tomaron para llegar a este y cada una de esas calles será un sentido particular de la vida.
Lo degenerado de mi pensamiento, es que no estaba precisamente pensando en el sentido de la vida, sino que trataba de encontrar mi propio sentido particular en este momento y me di cuenta de que estoy irremediablemente perdido en un "sin sentido" o para hacerlo sonar posible, estoy inmerso en un sentido imaginario de la vida, esperando que ocurran cosas que probablemente nunca pasarán, imaginando que me volverán a aceptar o que alguna vez volveré a tener estabilidad de amistades.

¿Qué queda ahora?
Volver a empezar, enamorarme de un nuevo sentido teniendo mucho cuidado en que este si sea real, que me haga levantarme en la mañana y me invite a pensar que cada latido del corazón es un milagro que hay que aprovechar, que me invite a pensar que estaba equivocado cuando me decía que sentir su respiración tranquila y estable era lo único que necesitaba para sentirme tranquilo.
Si de algo estoy muy seguro es que quiero tener el camino más enredado posible, quiero dejar aquí en la vida toda mi energía, y como ya he dicho antes, quiero que cuando sea la hora de morirme vea hacia atrás y vea mi ser destruido por la pena, construido por la alegría, afirmado con el amor, y asesinado por la pasión. Quiero vivir, no sobrevivir.
Y si alguien tiene algún plan para vivir el "Carpe Diem" y quiera realizarlo conmigo, tiene toda mi disposición y sólo tiene que escribirme o llamarme, o simplemente avisarme.

Contando los días

El año pasado la luna se llenaba cerca del día 24, este año se llena cerca del 9. Hoy 25 vi la luna y sentí que la belleza que siempre vi en ella no se ha ido, solamente tiene un significado distinto. Significado otorgado por mi, por supuesto, con cierta ayuda. Nada tiene significado por si sólo...
Mi recuerdo es automático cuando veo ese satélite tan mágico, con distintas formas durante el mes y señal clara de que hay días en que necesitamos un abrazo que no termine jamás, mi recuerdo es el mismo y es bastante agradable. Para qué te voy a mentir.

No voy a llorar

Tengo ese complejo de mamá, me preocupo demasiado por fantasías que son perfectamente posibles.
Por ejemplo, hoy prendí el televisor y estaban dando una noticia de un accidente en La Florida con un saldo de cuatro personas muertas, dentro de ellas una mujer... y se me congeló el alma.
Ganas de tomar el telefono no me faltan, pero creo que es hora de aprender a controlar mis impulsos.
"Tengo que aprender a fingir más, y a pilotear lo que pienso."

No seré otra estadística

Estuve pensando, hace tiempo que no lo hacía, qué es lo que me tiene tan afectado.
O mejor dicho, por qué estoy tan afectado.
Un duende me enseñó que mi vida se había ido contigo porque la entregué por completo, porque si existe algo o alguien que quiera mi cariño, entonces tendrá todo mi ser.
Puedo ser un tipo deprimido, pero también soy un ser apasionado. Que dejará en la vida toda la energía que no se podrá llevar consigo el día en que se muera.
Mi mayor deseo es que cuando sea viejo y esté sentado en mi terraza en Finlandia, mire hacia atrás y esté todo mi camino lleno de alegrías que me hayan alzado y tristezas que me hayan destruido, porque así entonces sabré que viví.
No tengo nada de qué arrepentirme, me alegra mucho haber sentido lo que sentí y me alegra mucho tener la oportunidad de seguir sintiendo cosas, dejando en ellas mi espíritu, mi pasión y mi vida.
Cuando sea viejo, voy a estar bajando las frías escaleras finlandesas y me voy a caer rompiéndome la cabeza y en ese mismo instante voy a pensar: "Me caí al cielo".

Se murió el canarito

Necesito descansar, todo va muy rápido y no puedo alcanzarte. Quiero que alguien me haga cariño en la cabeza y me diga que todo va a estar bien, poder estar despierto sin la tensión constante de dar explicaciones o recibir quejas. Quiero desenamorarme para siempre, rodearme de gente que me quiera, que juntos bebamos un mojito y nos contemos la semana.
Quiero dejar de vivir preso, liberarme, salir a tomar un helado, caminar por el parque, revivir mi teléfono, que aunque ya lo sequé aun funciona muy mal.
Voy a abrazar hasta que no tenga aire, voy a besar hasta que no tenga aliento, pero por ahora me quedo en la piscina acariciando a mi perrita y deseando que el 12 de Diciembre nunca haya pasado... aunque para mi nunca pasó.
Los cumpleaños nunca significaron nada para mi, pero tu me prometiste que iríamos a pescar...

Tengo ganas de volvernos a encontrar

A veces me detengo a pensar en lo estimulante que pueden ser las cosas cotidianas. Por ejemplo, cuando voy en la micro y con el poder de un sólo dedo puedo hacer que todos los ocupantes se detengan solamente para que yo me baje.
Es por eso que todos los días salgo a andar en micro para hacerla parar y ser el único en bajarme en el paradero y que todos se queden pegados en el semáforo en rojo viéndome alejarme entre la niebla.

No soy yo, eres tú.

Mírate, perdiste todo lo que creías tener, nunca lo tuviste, nunca fuiste nada, nadie.
Te hiciste esto tú mismo y se lo hiciste a los demás. Tú eres el problema.
Soltaste el control, acéptalo, y ya no tiene sentido que lo vuelvas a tomar, igual no puedes manejarlo.
No se trata de que merezcas algo o nada, no se trata de si eres bueno o malo, se trata de que no eres nada.
Tu seguridad estaba en los demás, nunca estuvo en ti, les hiciste daño al poner sobre ellos esa responsabilidad, te hiciste daño a ti.
Mírate... no puedes controlar ni siquiera si quieres matarte o seguir adelante, y ahora te preguntas si era por eso que te costaba imaginarte siendo viejo, pero no es por eso, tu llegarás a viejo y esa es tu condena.
Déjalos ir, no los mereces, no mereces ni siquiera un beso de despedida.

Polvo (qui)eres y polvo serás(tendrás)

Hasta que la muerte me separe de ti, seré feliz.
Cien prostitutas volaban en el centro, todas exclamaban que tenían sed de mí. Ni la fuerza ni las ganas me poseían, mi ser estaba a cien kilómetros de ahí.
Me tocaban, me olían, se orinaban. Asco, pensé. Pero era lo que necesitaba.
Las luces bailaban con ellas, como si se hubieran puesto de acuerdo. Era muy entretenido hasta que una me llegó en los ojos, lloré.
Mi sangre no ha sido invadida por ninguna droga, pero ese calor tan sofocante fue como una línea de cocaína que rompía mi nariz e invadía mi cuerpo recordando esa sensación de asfixia que me dio cuando supe que habías muerto. Ahora tenía mal humor, quería pegarle a la niña que alguna vez me prometió un helado, pero luego se colgó.
Cuando supe que todo había terminado, encendí un cigarro y caminé hasta caer en una tumba. Ahí el sueño me invadió y descansé de tu ausencia.
Tomo mis decisiones, que es lo único que puedo tomar por ahora, porque no tengo dinero para comprar un ron...