Mírate, perdiste todo lo que creías tener, nunca lo tuviste, nunca fuiste nada, nadie.
Te hiciste esto tú mismo y se lo hiciste a los demás. Tú eres el problema.
Soltaste el control, acéptalo, y ya no tiene sentido que lo vuelvas a tomar, igual no puedes manejarlo.
No se trata de que merezcas algo o nada, no se trata de si eres bueno o malo, se trata de que no eres nada.
Tu seguridad estaba en los demás, nunca estuvo en ti, les hiciste daño al poner sobre ellos esa responsabilidad, te hiciste daño a ti.
Mírate... no puedes controlar ni siquiera si quieres matarte o seguir adelante, y ahora te preguntas si era por eso que te costaba imaginarte siendo viejo, pero no es por eso, tu llegarás a viejo y esa es tu condena.
Déjalos ir, no los mereces, no mereces ni siquiera un beso de despedida.
Me encanta que el título de la entrada sea ese! Teni que dejar de culparte a ti mismo, pq no eres culpable de NADA. Cuando empieces a entender eso, vas a ver como todo se hace más fácil.