A veces me detengo a pensar en lo estimulante que pueden ser las cosas cotidianas. Por ejemplo, cuando voy en la micro y con el poder de un sólo dedo puedo hacer que todos los ocupantes se detengan solamente para que yo me baje.
Es por eso que todos los días salgo a andar en micro para hacerla parar y ser el único en bajarme en el paradero y que todos se queden pegados en el semáforo en rojo viéndome alejarme entre la niebla.
Es por eso que todos los días salgo a andar en micro para hacerla parar y ser el único en bajarme en el paradero y que todos se queden pegados en el semáforo en rojo viéndome alejarme entre la niebla.
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