Estuve pensando, hace tiempo que no lo hacía, qué es lo que me tiene tan afectado.
O mejor dicho, por qué estoy tan afectado.
Un duende me enseñó que mi vida se había ido contigo porque la entregué por completo, porque si existe algo o alguien que quiera mi cariño, entonces tendrá todo mi ser.
Puedo ser un tipo deprimido, pero también soy un ser apasionado. Que dejará en la vida toda la energía que no se podrá llevar consigo el día en que se muera.
Mi mayor deseo es que cuando sea viejo y esté sentado en mi terraza en Finlandia, mire hacia atrás y esté todo mi camino lleno de alegrías que me hayan alzado y tristezas que me hayan destruido, porque así entonces sabré que viví.
No tengo nada de qué arrepentirme, me alegra mucho haber sentido lo que sentí y me alegra mucho tener la oportunidad de seguir sintiendo cosas, dejando en ellas mi espíritu, mi pasión y mi vida.
Cuando sea viejo, voy a estar bajando las frías escaleras finlandesas y me voy a caer rompiéndome la cabeza y en ese mismo instante voy a pensar: "Me caí al cielo".
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