A veces la vida nos pone pruebas, la verdad es que todos los días. Y bueno, que lineal, rutinaria y depresiva sería si no fuera así.
El sentido de supervivencia nos dice que el primer sentimiento que debe venir, es miedo. Sin embargo, la inteligencia y el racionalismo nos invitan a cambiar ese miedo por una visión más optimista, ver la posibilidad de tratamientos a enfermedades, de alegría a las depresiones, en fin...Personalmente, no le tengo miedo a la muerte, me tiene casi sin cuidado. Lo que si me preocupa es el sufrimiento, el camino que puede haber en una enfermedad que puede terminar en muerte o en vida.
Muchas veces, si es que no siempre, el sufrimiento nos trae aprendizajes y oportunidades para ser mejores. Aunque hay que saber aprovecharlo, sino puede terminar en "esto es un castigo de Dios" y todas esas cosas.
Miren, haya lo que haya después de la muerte, lo que para nosotros vale es la vida, porque aquí es donde estamos ahora, es donde tenemos que hacernos cargo y si nos echamos a morir antes de morir de verdad... bueno, qué se yo.
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Es cierto. La vida es ante todo una responsabilidad: vivirla, comer, respirar y sentir. Pero que conste que responsabilidad no es sinónimo de via crucis. La responsabilidad nos hace "personas", nos sumerge en nuestro contexto haciéndonos actores activos... Qué bueno es leer que no le temes a la muerte, y cómo no, si es parte de este gran ovillo de lana anudada -del que penden infinitas hilachas- que llamamos vida.
Fuerza, más fuerza de la que ya tienes. Por lo que se lee, eres sabio y conoces qué caminos te llevan a tus verdades.
Saludos, Rou.
buena, gonzalo.