Este joven solía tener notas bajo seis en el colegio, pero tampoco eran de temer.
No mataba ni una mosca, no tenía anotaciones negativas excepto por los muchos atrasos en la mañana. Solía tener buenas relaciones con los profesores y era un chico comun. Le gustaban los videojuegos y las series japonesas.
Se sabe que durante su adolescencia no tuvo mucho exito con las mujeres, de echo no tuvo ninguno...
Cuando terminó cuarto medio, llegó la hora de decidir una carrera. Filosofía decidió, y empezó con su hazaña.
En filosofía se encontró con gente muy simpatica, pero algo en él sabía que no podía ser como era siempre, algo en él tenía que cambiar y de eso se iba a encargar durante los primeros meses.
Comenzó a beber, se dejó el pelo largo, y olvidó su lenguaje para aprender o aprehender los tecnicismos de los otros jovenes y de las personas que con él se juntaban.
Creó un nuevo sujeto, y ahora se destaca por beber mucho, por conocer de tragos y tener resistencia, por tener un gusto por las mujeres, y por juntarse casi exclusivamente con niñas.
Sus amigos no se han dado cuenta, pero él es una creación de ellos mismos, echa a base de imitaciones y máscaras que sólo esconden lo tímido que es.
Yo no te creo, apenas te vi supe que no eras tú. Apenas vi tu manera de hablar y tus gestos inseguros supe que te habías juntado con ellos porque son personas que tienden a pensar lo mejor de la gente, en vez de tener algo de escepticistas. Sé que te gusta una de tus amigas, se nota a la legua, pero no te atreves a decirle nada, porque todavía no puedes terminar de crear un nuevo tú para ser con ella todo el tiempo.
No te creo, deja de tomar para llamar la atención, asume una personalidad creada por ti mismo y no a base de imitaciones elegidas para destacarse en algo que no es tu escencia.
Nos veremos pronto...
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Buen tema Gonzalo
Un abrazo
An.