El Golf, el señor está sentado sin despegar la mirada del piso.
Tobalaba, sube mucha gente. El señor sigue sentado casi besando el piso.
Los Leones, el señor se para y abandona el tren. Las miradas al rededor se cruzan con ojos desafiantes, otros más sumisos. Una señora con vestido rosado y horrible comienza a ejercer presión para pasar hacia el asiento, por otro lado, un hombre robusto y bien vestido intenta cerrarle el paso, para dejar que una señora embarazada ocupe el asiento vacío. Miradas vienen y van como gritos en el estadio, rozando el límite de la violencia, mientras el público al rededor está expectante al resultado de la muda disputa.
Oscuro tunel lleno de misterios y ratas que viven en armonía con el melodioso chirrido del tren...
Pedro de Valdivia, la señora embarazada está parada al lado de la señora de rosado, el hombre robusto contempla el piso cómodamente sentado.
Manuel Montt, es otro asiento vacío... se levantan las miradas.
Salvador, bajo del tren para encontrarme con vos.
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