Solíamos soñar con ir a Grecia, solíamos tener casi toda la vida en común, solíamos compartir las experiencias y pensamientos...
Hace unos meses se fue a Italia y no escuché nada de él hasta que me envió un mail, donde me contaba lo que había sentido en su viaje...
Lo raro, es que su correo tenía contenidos muy conocidos, y experiencias no nuevas en el campo laboral, sé que lo que sentía no era una cosa nueva, no era el primero, ni el último...
El mail decía cómo se sentía en el avión y cómo se sintió en el aeropuerto antes de irse. Me contaba que se había sentido incómodo estando con la gente que lo despidió, que no era la gente que le gustaría que hubiera estado, y no se fue pensando en la despedida, sino en lo que le venía por delante.
El último tiempo estando en Chile se veía un poco raro, pero nada preocupante... Aunque yo sabía que un cambio venía y era fuerte. Y tenía razón, ya que un día sin previo aviso, se fue a cambiar de partido político en el que estaba inscrito... Todos lo vieron venir, pero nadie actuó, y a nadie le importó hasta que se metió con uno de nuestros militantes en el partido Nacionalsocialista, no se hizo esperar nuestro repudio hacia el evento, y tras un exilio... estaba tomando el avión hacia Roma, Italia.
Lo extraño, pero no puedo compartir mi vida con alguien que puede dejarse llevar por una convicción llevada por una inseguridad... da igual, el evento ya no es importante...
Algún día, cuando vaya a turistear con la Negra por Europa, quizás lo visite y conversemos un rato, pero no será lo mismo que cuando fuimos a Montecassino...
GAK.
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